Una de las
muchas cosas que nos planteamos el grupo de personas que formamos el proyecto
HUGES fue definir qué era para nosotros humanización.
Pensé: -esto no tiene que ser difícil ya que en
realidad lo de ser humanos nos viene de serie ¿NO?- Pero quizás por ser tan
obvio es tan complicado definirlo y aplicarlo, sobre todo en el mundo de la
gestión.
Por eso lo
enfoco como “Humanización de la Gestión”, que para mí es ejercer el liderazgo invirtiendo en lo que
nos hace inherentemente humanos: vulnerabilidad, empatía, emociones,
sentimientos, imaginación, etc. Somos humanos porque sufrimos, porque podemos
sentir y sentir por los demás.
Y es ahí donde
se me antoja necesario desarrollar lo que yo llamo la Fórmula de La Gestión Humanizada
y que está compuesta por estas tres constantes que también de alguna manera
están representadas en nuestro Decálogo.
GH=(HS+AC) x VIP
HABILIDADES
SOCIALES (HS)
Son el
conjunto de estrategias de conducta y las capacidades para aplicar dichas
conductas que nos ayudan a resolver una situación social de manera efectiva, es
decir, aceptable para el propio sujeto y para el contexto social en el que
está.
Es la
habilidad para relacionarnos con las personas y con nuestro entorno.
Permiten
expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de modo
adecuado a la situación en la cual el individuo se encuentra mientras respeta
las conductas de los otros.
Estos
comportamientos son necesarios para interactuar y relacionarse con los demás de
forma efectiva y mutuamente satisfactoria.
Trabajar
nuestras habilidades sociales nos dará seguridad facilitando nuestras relaciones con las
personas que conforman nuestro entorno.
Nos dará
la posibilidad de iniciar y mantener una conversación, de expresar
nuestros sentimientos, opiniones y nos
será muy útil a la hora de afrontar un conflicto con seguridad.
En
definitiva las habilidades sociales nos ayudarán a alcanzar un mayor número de éxitos personales en nuestras relaciones con
los demás siempre respetando los derechos de la otra parte.
ACTITUD (AC)
La actitud
es un procedimiento que conduce a un comportamiento en particular.
Es la
realización de una intención o propósito.
Según la
psicología, la actitud es el comportamiento habitual que se produce en
diferentes circunstancias.
Las
actitudes determinan la vida anímica de cada individuo.
Las
actitudes están patentadas por las reacciones repetidas de una persona.
Este
término tiene una aplicación particular en el estudio del carácter, como
indicación innata o adquirida, relativamente estable, para sentir y actuar de
una manera determinada.
La actitud
es la fuerza más poderosa que poseemos.
La
administración es un trabajo y el liderazgo es una actitud, un conjunto de
creencias y emociones; es un enfoque por y para las personas, mientras que la
gestión es un conjunto de comportamientos y actividades. Sobre los líderes recae la
responsabilidad de asegurar el bienestar de los empleados, fomentando su
motivación, creatividad y autonomía.
Es por ello
que al Líder se le debe pedir que no busque sólo su beneficio sino también el
de quienes le rodean. Es decir una “Actitud Integradora” basada en una estrecha
comunicación entre él y los colaboradores con el objetivo de unificación e
integración.
La actitud de un buen líder radica principalmente en valorar a la persona
no únicamente en el desempeño del puesto.
Valorar la Importancia de Las Personas (VIP)
La clave no son las estructuras sino cada persona que las conforman.
El trabajo
es una actividad específicamente humana.
Las
organizaciones se mueven por las personas que las componen, es por ello que se
convierten en un activo importantísimo de las mismas.
Es
necesario facilitarles apoyo, confianza, motivación y medios para que pongan al
servicio de todos su competencia profesional, su capacidad creativa, a fin de
que sean el autentico motor del cambio.
La
importancia de las personas debe percibirse en todos los niveles de la
organización.
Os invito a trabajar con la fórmula y
desarrollarla en vuestro día a día.
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